Esta obrita se basa en una llamada
telefónica equivocada.... pero inesperadamente
continuada..... y vino lo inevitable.
-O-
¡Qué pena! No te conozco,
pero tu rostro distingo.
Sólo he escuchado tu voz
que es una copa de vino
embriagadora y sensual
con magia de tiempos idos.
Nunca nos han presentado
mas te siento en mi camino
y presiento que tus pasos
marcan mi propio destino
hecho con luz de cristal
con romero y con tomillo.
En mis sueños de poeta
tu pelo oscuro es un rito
que tengo que acariciar
como el ébano más fino
con remates de caoba
y tu piel, de buen comino.
Al salir de tu trabajo
tu esbelto cuerpo adivino
con el andar de gacela.
ijares de corzo fino
alegrías de castañuelas
y costeño señorío.
Es cierto, no te conozco,
pero me importa un pepino
yo me siento un navegante
viajando hacia un punto fijo.
Mi timonel: La intuición
Mi velero: Mi destino
El premio: Ganarme yo
tu continental cariño.
Dame a conocer tu mundo,
quiero ser descubridor
déjame ser el intrépido,
conquistador español,
con sólo un arma en la mano:
Mi vehemente corazón.
Dame tu rostro y figura
pues sólo tengo tu voz
dame una caricia tuya
que tenga el dulce sabor
de las cosas que eran mias,
antes que naciera yo.
- Autor: Luis E. Calderon Romero ( Offline)
- Publicado: 15 de agosto de 2018 a las 15:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Amaneceres Abruptos
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