No dejes amor que mane la herida,
que en mi corazón sin ti se ha abierto,
no dejes que el frío seque mi huerto,
y cuida la rosa que en mi alma anida.
No dejes quedar mi sangre vertida
en árido jardín de flores yerto,
no me dejes en un mañana incierto,
y regresa de la senda perdida.
El amor nos brinda muchos mañanas,
dejemos que se extinga el crudo invierno,
cerremos puertas y abramos ventanas.
No convirtamos lo nuestro en infierno,
mejor olvidar las razones vanas,
nos queda por vivir amor eterno.
- Autor: AMADÍS (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de agosto de 2018 a las 04:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Evandro Valladares, El Silente Vagabundo
Comentarios2
Excelente. Mi admiración por tan precioso soneto. Un abrazo.
Muchas gracias Evandro, eres muy generoso conmigo. Un fuerte abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.