A veces me siento un niño que quiere “algo”,
pero no sé que quiero,
me invade un desasosiego,
una comezón que me encabrita el alma,
que me corroe como una lepra.
Nada me satisface, todo me irrita
la pluma se me cae de las manos,
la música chirria en mis oídos
y la comida me repele.
Me amorro a la botella
y sorbo unos tragos amargos
que abrasan las entrañas
y envenenan el alma.
En otro tiempo,
apretaría el pedal en la chapa
hasta perder el control de mis sentidos
pero ahora hay hastío
y me masturbo
buscando una salida a la mala leche,
pero el semen salpica por el suelo
y el magma sigue bullendo en las entrañas.
Cierro los ojos
y tomo el expreso de medianoche
con la esperanza de que me lleve a la estación término
aunque como siempre,
sé que me dejará tirado en una vía muerta.
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Autor:
Jose Luis Posa Lozano (
Offline) - Publicado: 19 de agosto de 2018 a las 08:57
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Alberto Escobar
Offline)
Comentarios1
La verdad es que me encanta cuando no hablas de amor, ¡ está tan manido este tema! y además me siento muy identificado contigo en lo que toca a las audiencias. Yo diría, con miedo a resultar arrogante, que somos licores cuya graduación está al alcance de pocos estómagos, de hay las escasas lecturas que tenemos. Menos mal que lo que nos mueve a escribir está muy dentro, a salvo de la intemperie de la opinión. Un abrazo Jose, te doy la bienvenida a mi club.
Gracias Alberto, el amor es un tema universal en las artes, forma parte de su propia naturaleza quizas por eso es tan dificil escribir poemas amorosos que no suenen a manidos, cansinos o caducis, pero para mi es una necesidad. Un abrazo.
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