Verdugo.
Érase una mano de seda
unos guantes ajustados,
con látigos de pistilos
y fuegos acariciados.
Érase tambien sin nombre,
sin justicia por pecados,
un corazón de madera
y pasos precipitados.
Érase una boca envenenada,
por serpientes del pasado,
una mordaza agrietada
y dientes muy afilados.
Érase un mustio escondrijo,
húmedo, acalorado,
hedente de sus dolores
y garrotes oxidados.
Érase, un lágrima endulzada,
por sus sueños mutilados,
de suspiros bien profundos
por un cuerpo tan soñado.
Érase un verdugo solo,
un verdugo de su alma,
un verdugo sin consciencia,
¡un verdugo enamorado!
Registro de autoría 1712135091578
- Autor: Ela Dez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de agosto de 2018 a las 02:31
- Categoría: Amor
- Lecturas: 88
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino
Comentarios5
Belleza en tu poesía.
Me encantó leerte.
Un abrazo
Gracias Luna.
"Érase, un lágrima endulzada,
por sus sueños mutilados,
de suspiros bien profundos
por un cuerpo tan soñado."
Magnífica metáfora.
bambam
Gracias por tu comentario.Abrazos.
Gracias.
Qué clase de paradójica caracterización... De todo hay en la viña del señor y en el horizonte poético, allende tierras de una itálica bota europea... Me gustó tu poesía más nunca imaginar ser esa clase de verdugo. Saludos desde Venezuela, la otrora tierra de un bravo pueblo, hoy sometida por el cruel comunismo....
Y érase una vez, un poema hermoso
cuyas letras deleitaron mi lectura!!
Mil gracias, placer de leerte!!
Gracias.Muchas gracias. Abrazos,
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