FALLECIDA EN VIDA.

Necesito terminar con el rencor
de este vacío, hallar una razón
para seguir latiendo y existiendo,
ya que la lasitud es tremenda y denso
el descontento de mi refrendo.

 

Cada día más alejada se ha tornado
mi ilusión y mis deseos planeados,
y lentamente se enaltece el tornado
y el sufrimiento en mi coraje y forrado
corazón que se ha cruel desmantelado .

 

Todo se ha en paranoia trasformado
y En tiniebla y duros días sombreados.
Nada ya en luz se me ha presentado,
y el desamparo es mi amigo, y me va abrigando.
me cubre la sombra y siento espanto.

 

Ya no miro suspiros, bandazos voy dando,
no vivo, a gatas voy poco a poco andando.
Las horas voy dejando y pasando
sin un juego trabajado y un glacial afilado
en mis venas se va incrustando.

 

Necesito reventar como globo pinchado
en fuerte llanto y no lo he logrando.
Mi Fuerza extingue, y mi mente va callando
y evitarlo no puedo, se fueron marchitando
mi fe, mi creencia y mi temple valuado.

 

Ellos fueron falleciendo y dejando
paso al pánico, y al congojo cuajado,
debilitando mi carisma y mi legado
desesperanzando todo mi remado
paso por mi calendario armado.

 

Si tan siquiera pudiera hallar un atinado
antídoto y comprarlo en supermercados
o con algún santo del clero enmarcado
hipotecaria mi ser si pudiera lograrlo
si con eso pudiera curar lo sangrado.

 

Porque todo lo que estoy viviendo y ando
ya no es vida, voy así anclando
y falleciendo y no deseo andar caminando
si no hay antídoto dotado en el mercado,
sin él perderé mi aire fortificado.

 

Pero para mi mala ventura y desdichado
destino a pesar de todo el infortunio dado
mi reflejo insurgente, caminando
viviendo y latiendo me sostiene atando
mis pies a este suelo que va cuarteando.

 

 

Mariana Gutiérrez, Agosto 2108.