Era un anochecer frío, denso, e inerte como las sombras perdidas del tiempo o del aquel equinoccio. Un joven está sentado frente a ella, su novia, y era una noche tenebrosa y contra todo trató de dar un beso, se juntó a ella, su novia, y el viento que era como el mismo levante tocó sus labios y más su boca era el suspiro y el respiro entre ellos. La noche fría, gélida y con demasiada vil irremediable de percibir el instante entre su boca y más aún un viento como aquel que le tocó vivir con ella, con su novia. Y fue el hálito del viento en su boca que provocó una tormenta con vientos alisios en sus labios o en su boca como aquel cálido y tímido beso que le dió a su novia.
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de agosto de 2018 a las 00:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
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