Reposando aún sentado
sobre la pila vertiente
pensaba que inocente
estaba algo tarado.
Con un libro en la mano
y su traste ya lavado
lo leía emocionado
el gusto de ese humano.
El pobre ya se creía
para milagros nacido
porque en su cuerpo adherido
sabía lo que poseía.
En cada pie seis dedos
blancos y sin uñas tenía
blancas pieles tocaría
y desataría sus enredos.
Ya que era un hábil zagal
rápido en el trabajo
sin dar el menor tajo
lo haría sin ningún mal.
Pensaba que se moveía
de los pies a la cabeza
haciéndolo con certeza
la oveja sin lanas quedaría.
- Autor: Tú me interesas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2018 a las 00:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., El Hombre de la Rosa, alicia perez hernandez
Comentarios3
Hermosa tu genial poesía estimado Gastón Campano
Un placer pasar por tus letras
Saludos de amistad
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Gracias Críspulo por estar presente en mi cuaderno.
SIEMPRE ES UN GUSTO PASAR
POR TUS LETRAS, AMIGO GASTON
ABRAZOS CON SALUDOS
Podría regalarte la lana de la oveja para un chaleco, y no sientas frío.
Gracias por llegar hasta mi esquila.
Hasta el final no me di cuenta del sentido de tus versos...que burra soy!
eres increible amigo
un abrazo
Es que soy un jumento, por eso que hago burradas, pero si la sonrisa fue ha habitar tu rostro es porque conseguí que mi relato cumpliera su efecto.
Un beso orejudo.
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