Se quedaron con el tiempo
las pasiones olvidadas,
los sentimientos altivos
y la voz de las entrañas,
y quedaron los poetas
tan ausentes con sus lágrimas
que secaron manantiales
y los mares con sus aguas,
y es que la voz tan sublime,
aquel timbre y su palabra
se callaron, de repente,
con la sangre y la metralla,
y aparecieron romances
y con ellos propaganda
de los buenos y los malos
repartiéndose las cartas...
Yo no sé de aquel momento,
solo sé que no sé nada
recogiendo lo que cuentan
manuscritos y gargantas,
pero sé que los poemas
han perdido su fragancia
y la voz encantadora
que en los pueblos declamaba,
y lloraron los poetas
y con ellos las cigarras,
y la luna y las estrellas
y las olas de las playas,
y es que un pecho está sangrando
porque callan las guitarras,
se silencian los romances
por las calles y las plazas...
"...Se han quedado enmudecidos
los poemas y esperanzas,
escuchando los disparos
que segaron tantas almas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/08/18
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2018 a las 07:22
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Hermosa tu genial poesía estimado Rafael
Un placer pasar por tus letras
Saludos de amistad
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Gracias por tu comentario, Críspulo.
Un saludo.
Escribes con tal sentimiento
que emocionan tus versos.
Gracias por deleitarnos con ellos.
Un abrazo grande
Gracias por tus palabras, Luna en mar.
Un abrazo.
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