Hola-- (se siente, en el teléfono, la voz de una mujer anciana)
Si, quién es?- (contesto intrigado, la voz coincidía con una vieja tía de mi esposa, a la sazón fallecida hace unos años)
Hola…, hablo con el vecino del frente…, estoy encerrada-- (básicamente entendí esa parte, el resto fueron balbuceos incomprensibles)
Señora, con quién quiere hablar-(ya estaba contrariado y no entendía nada)
Me tienen secuestrada y no se que quieren hacerme…, me dejaron aquí adentro y se me ocurrió llamarlo a usted, mi vecino…, el que vive frente mío (dijo un nombre que no entendí), el de lentes (yo uso lentes…), ¿es en la calle Sixto Laspiur que usted vive?….--(no vivo en esa calle)
Señora cálmese y dígame su dirección exacta, así le envío ayuda- (decía esto pensando con qué anotaba los datos, no tenía lapicera)
No se donde estoy…, ha si, estoy en la sociedad de fomento del barrio, me han dejado encerrada…, estoy sola y no se que van a hacer conmigo-- (en medio de sollozos)
Señora, por favor escúcheme con calma, yo no puedo ubicarla, llame a emergencias, al 911, ¿escuchó?, 911 ellos con su número telefónico la podrán ubicar.
Un largo silencio...
Me tienen encerrada, no se que harán conmigo, me dejaron sola…--
Colgué el teléfono y sentí que nada coincidía , esa voz que me pareció familiar, la frustración al no poder ayudarla y ese emergente devenir de la irrealidad. Me senté nuevamente ante la computadora, mientras escuchaba los impromptus de Schubert y continué escribiendo esta historia de soledad y locura.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de agosto de 2018 a las 09:02
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: anbel, El Hombre de la Rosa
Comentarios4
De soledad y locura
una historia escribo hoy,
ya no sé si vengo o voy,
pero escribo con premura,
porque una extraña señora
desde un cierto lugar
pide ayuda sin cesar.
- No puedo ayudarla ahora -
No poder hacerlo apura,
me mantiene preocupado,
pongo el teléfono a un lado
y escucho la partitura
que el gran Schubert
ha compuesto.
El Impromptus y el gesto
se mezclan con mi locura.
Jeejijooo
Molto bene, señó del Este.
Buon giorno per te.
El Despi.
Tal cuál, lo ocurrido fue real y aún me intriga.
Un saludo en vuelo de cóndor.
Esteban
Qué pena siento por esa señora. No poderla ubicar para darle ayuda.
Me imagino tu impotencia ante esta realidad llena de locura.
Un abrazo deseando que nada ocurra.
Una experiencia oscura, que nunca olvidaré. He pensado múltiples explicaciones y todas naufragan en la locura.
Un abrazo.
Esteban
Creo que te la había leído antes.
Sabes?, me genera angustia y ansiedad... Si eso me sucediera me moriría de impotencia de no poder ayudarla.
Un abrazo Esteban. Tus relatos me encantan. Un abrazo.
Eres la curadora de mi obra, sí ya lo he puesto alguna vez. Tienes razón, fue angustiante esa situación, sumamente surrealista, pues comienza con un equívoco, pues me confundió la voz con la de esa tía política, ya fallecida. Desde ese punto ya todo pareció posible y me dejó sumamente confundido e impotente para esclarecer la verdad.
Pensé miles de explicaciones, pero todas estaban marcadas por la locura.
Un abrazo.
Esteban
Un hermoso genial y gratificante poema surrealista estimado Esteban
Un placer pasar por tus letras
saludos de amistad
El Hombre de la Rosa
Gracias estimado Críspulo, por tus palabras.
Un abrazo.
Esteban
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