Tras años de tristeza

Tras años de tristeza, y a la espera de cruzarnos una vez más en el camino;

bajé mis brazos y salí en busca de mi destino.

Agobiado por la angustia y torturado por los recuerdos, 

aunque aún sin querer abandonar aquel amor que me dio la espalda,

me fui al otro lado del mundo buscando ahogar mi adolorido silencio.

¡Qué triste fue sentirme tan solo estando en su compañía!

Agonía desesperante de una espera sin respuesta;

más que aquella lejanía que se esperaba cada día...

mañanas enteras despertando sin su rostro en la almohada;

interminables tardes sin su tan deseada presencia.

...y a su regreso;

la helada estela que dejaba cuando al pasar a mi lado no dejaba en mi rostro,

alguna caricia que alejara mi tormento.

...y aquí estoy, tan lejos como pudieron llevarme mis sentimientos;

empujado por su ausencia y la falta de su cariño,

buscando de mi vida el aprender a desvivirla;

porque nada basta para quitar de ella ciertas amarguras,

heridas abiertas con lágrimas a flor del alma.

...y aunque lejos estoy de que algún día ella cambie mi anhelado destino, 

la llevaré muy profundo en mi pecho, 

en ese lugar donde los recuerdos se hunden en un fondo andino,

donde afloran de mis ojos...el amor salado que se desliza por mis mejillas.

Tarde siempre me doy cuenta, que el dolor por amor se lleva en el alma,

adonde sea que uno vaya...

y que cuando este es verdadero, no se evapora como agua en el desierto, 

más se profundiza en el corazón para causarnos aún mucho más dolor.

Quizás algún día yo aprenda, que en el tacto no hay presencia,

y ya no duela el que ella no esté aquí conmigo;

más lo digo con mi alma enamorada, que desde lejos la abrazo;

mucho mas de que lo que he podido hacerlo estando a su lado,

y también digo con cariño y con certeza...

que jamás haré de lado lo que por ella siento.