Las horas que fueran nuestras.
Se van a tender las lluvias y el viento sobre mi espalda. La noche aislará a los astros en lunas de la esperanza.
Se van a agrietar mis labios. Se van a esconder los besos. Con ecos de la otoñada, me van a mover los vientos.
A ti te hallarán llorando y el día perderá el alma. Y no habrá quien te sumerja en medio de las palabras.
Y cada vez que amanezca, en cada silencio espeso, al verde de tus rocíos le van a colgar recuerdos.
Se van a nublar las horas de manos sobre tu piel. Un hombre seguirá andando y viendo el amanecer.
Se van a apagar los soles que entraban en tu balcón y el mundo estará distante al ver alumbrar tu voz.
Del aire al costado pleno que hiere hasta hallar la muerte, verás como los espejos al valle tempranamente.
Con brujos y moradores de lúcida paz torcida, el hombre verá el camino debajo de tanta vida.
Se van a tomar las lágrimas, las horas que fueran nuestras: en gélidas calles nuevas se van a asolar mis huellas.
Se van a arañar las frases que al mundo hicieran feliz. Y no habrá quien te redima del más encumbrado gris.
Al verso que ardió con odio en aires de una morada, lo van a culpar errantes por tan repentinas alas.
Y cada vez que amanezca, en cada silencio espeso, al verde de tus rocíos le van a colgar un muerto.
A Claudia Jara.
- Autor: Danny McGee. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de agosto de 2018 a las 00:26
- Categoría: Amor
- Lecturas: 68
Comentarios2
Buen y hermoso poema Danny.
Saludos y feliz fin de semana,
David
Gracias David por tus palabras. Que tengas feliz fin de semana también.
Saludos.
Ya pasó mi amor, ahora si para siempre.
Ahora es. La tercera es la vencida. Eres mi gran amor.
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