Era una tarde como el ocaso mismo, el cielo rojo como las entrañas rojas del atardecer y más aún de ese crepúsculo entero de todo el día. Julyab era una dulce muchacha novicia, ella, todas las tardes rezaba el santísimo rosario sentada frente a la puerta de la iglesia. De tanto que rezaba rozaba sus dedos tan fuerte frotando las perlas del aquel rosario que se desangró esa tarde de sol en aquel triste verano y corrió la sangre por la puerta hasta la salida de la iglesia y apareció en el suelo contemplando un reflejo de la vírgen María, la que nunca pecó con sangre. Y fue el cielo o el propio sol que hizo un reflejo en el agua de cristal en aquella entrada hacia la iglesia. Y fue el verano más bello del ocaso en rojo color que dió aquella tarde tan hermosa.
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de septiembre de 2018 a las 00:04
- Comentario del autor sobre el poema: El Rosario Ensangrentado es una microficción donde se cree que el agua entrando por la iglesia es la sangre de la novicia y no, es el atardecer rojizo donde se vé reflejado en el agua. Que lo disfruten mucho...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
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