Recuerdo aquella tarde de verano
cuando tomé mis alas de hielo,
del armario,
para volar en busca del regalo
que había olvidado en el calor
de tu lecho.
Entré por la ventana abierta y te vi.
Continuabas tendida entre las sábanas
abrazando un cuerpo invisible.
Recogí unas lágrimas que escapaban
de tus pupilas cerradas
y, también, unos suspiros misteriosos,
de tus labios.
Luego intenté regresar a mis sueños,
volar de nuevo a las cenizas de mi casa,
pero las alas estaban consumidas
por el calor y el tiempo
y solo quedaba, de ellas,
un charco de agua en el suelo.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/08/18
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Autor:
Pyck05 (
Offline) - Publicado: 2 de septiembre de 2018 a las 07:40
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Luna en mar
Offline)
Comentarios2
Muy bonito!!
Gracias Edwin
Desde la belleza me sumerjo en la poesia.
Emoción y sublimación!!!!!
Gracias Luna en mar.
Un abrazo y feliz semana.
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