No lo niegues, mi niña
ya no eres la misma
y no hay brillo en tus ojos
y respiras sin calma
es cierto, disimulas
nadie sabe qué pasa
pero pesa la vida
y se encorva tu espalda.
Ojos negros, de fuego
que al mirar, consumían
ya se ha muerto ese fuego
quedan sólo cenizas.
Y te duele la vida
de tal forma,
que si miras, no miras
sólo ves el reflejo
de mirada perdida.
Y has perdido la risa
la sonrisa, el contento,
no conoces tu rostro
y tu voz se desmaya
y no emite sonido.
Sales poco de casa;
el afuera reviste
sólo melancolía.
Ya no está tu hombre amado
¿De qué vale la vida?
A.E.C
- Autor: A.E.C (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de junio de 2010 a las 21:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: ivan semilla
Comentarios3
A FAVORITOS!!!
EXCELENTE EN TODO!!!
TE FELICITO
ABRAZO CALIDO
Muy triste pero bello poema!!!!
Saludos!!!
cuando el amor se va, pasan tantas cosas, hasta peores que las que acabas de describir, bellisimo tu escrito, bonito estilo, me gusto...
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