Querido Niño Jesús.
Yo se que tu eres el salvador del mundo
y el hijo de Dios, mis padres me dijeron que
todos somos tambièn sus hijos; solo que tu eres
el mayor de todos y el que esta mas cerca de nuestro padre creador.
Por esa razòn te escribo esta carta,
ya que conoces de mi buen comportamiento
y estando tan cerca de Dios podràs leer mis peticiones,
con las cosas lindas que necesito para divertirme,
recrearme, aprender, y compartir con mis amigos.
Un compañerito de clases me comento
que Dios todo lo puede
y que complace en sus deseos a quienes
honran a sus padres, respetan a los maestros,
aman la naturaleza y son buenos ciudadanos.
Querido Niño Jesús; como tu sabes yo he cumplido
con todos los mandamientos y por eso te pido
me traigas los regalos que tanto he querido tener
en estas Navidades.
Recuérdate tambièn de los niños que no tienen Internet
y que no pueden mandarte una carta como esta
al ciberespacio celestial donde moras, y de todos
aquellos que tienen necesidades o sufren por alguna causa,
para que les regales tu consuelo.
Amado niño Jesús como tu naces en cada Navidad mi regalo
hacia ti es un pensamiento de amor para que reina la paz en Venezuela
y el Mundo entero.
Espero con alegría me respondas pronto.
- Autor: Prof.Abg.EDWIN ASDRUBAL LICONES (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de septiembre de 2018 a las 23:50
- Comentario del autor sobre el poema: Hace muchos, muchos años, Dios mandó al arcángel Gabriel a visitar a María, una dulce doncella judía. Gabriel tenía un mensaje para María: 'Vas a tener un hijo y se llamará Jesús. Será llamado Hijo del Altísimo y reinará para siempre'. ¿Cómo puede ser? - preguntó María - si no he he estado con ningún hombre. Y el arcángel le dijo que aquel niño era el hijo de Dios. María estaba prometida con un carpintero, de nombre José, quien al principio no creyó la historia de María y el bebé que llevaba dentro. Sin embargo, el ángel se le apareció en sueños y le contó lo sucedido. Desde entonces, decidió estar al lado de María. Era 24 de diciembre y María y, su marido, José iban camino de Belén tal y como había ordenado el emperador romano César Augusto. José iba caminando y María, a punto de dar a luz a su hijo, sentaba en un burro. A su llegada a Belén, María y José buscaron un lugar para alojarse, pero llegaron demasiado tarde y todos los mesones estaban completos. Finalmente, un buen señor les prestó su establo para que pasaran la noche. José juntó paja e hizo una cama para su esposa. Lo que ninguno de los dos imaginaba antes de trasladarse ese día a Belén es que ese era el momento del nacimiento del Niño Jesús. Y así nació el Niño Jesús, en un establo, y su madre, la Virgen María le colocó sobre un pesebre, el lugar donde se ponía la comida de los animales. Al caer la noche, en el cielo nació una estrella que iluminaba más que las demás y se situó encima del lugar donde estaba el niño. Muy lejos de allí, en Oriente, tres sabios astrólogos llamados Melchor, Gaspar y Baltasar, sabían que esa estrella significaba que un nuevo rey estaba a punto de nacer. Los tres sabios, a los que conocemos como Los Tres Reyes Magos, fueron siguiendo la brillante estrella hasta el pesebre de Belén para visitar a Jesús. Cuando llegaron a su destino, Melchor, Gaspar y Baltasar buscaron el pesebre y le regalaron al Niño oro, incienso y mirra. Al poco de nacer, el rey Herodes, atemorizado por la noticia de que había nacido el hijo de Dios, mandó matar a todos los bebés. María y Jose huyeron a Egipto y volvieron tiempo después, cuando Herodes murió. Se instalaron en Nazaret y allí pasó su infancia Jesús. Hoy en día, de la misma forma que Los Reyes de Oriente llevaron regalos a Jesús, la noche del 24 de diciembre Papá Noel, y la noche del 5 de enero los Reyes Magos, llevan regalos a todas las casas para conmemorar el nacimiento del Niño.
- Categoría: Infantil
- Lecturas: 16
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