El tallo que da forma a la silueta y el calor que embellece a la piel, son cosas que avivan su alma, son cosas que la dieron a conocer.
Como las hojas que el aire mueve, sus cabellos el movimiento repiten y análogo al otoño, sus cabellos en su fino rostro caen.
Y cuando al fin florece, con el sol marcando su máxima expresión, sonríe la delicada blanca rosa.
¡No!,no bastó contemplarla hasta el fin de aquel atardecer, cortarla si.
Bajo la noche, hundida en llanto,se irá perdiendo lo que por naturaleza tuvo...
Lo que por ilusiones empezó a marchitar.
- Autor: efren GRPA ( Offline)
- Publicado: 5 de septiembre de 2018 a las 16:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Daniela Mora
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