Las horas bandidas
roban mi templanza
Los imponderables me aventan
a caminos fúnebres
El silencio me consuela
amedrentando mi cabeza
en esta nueva gravedad.
Me arrastro catatónico
hacia los intersticios que yacen
entre la levedad y el peso.
Buscando la densidad justa del alma
No hay amnistía alguna
para mi encerrado corazón.
- Autor: Ocaso Croza ( Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2018 a las 01:01
- Categoría: Triste
- Lecturas: 58
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