Hoy he descubierto al levantarme
que no soy yo
que otro despereza el sueño frente al espejo
mientras me baño…, que rara sensación
tocar con pudor ese cuerpo.
Tras afeitarme, lavo la cara
y de reojos miro el espejo, esos ojos
que me miran extraños
sin saber quien muestra los dientes.
No quise despertar a esa mujer
de bellos cabellos en la almohada
que sugería el cuerpo en las sábanas
cerré suavemente la puerta y salí turbado.
Me vestí con la ropa que encontré preparada
tomé un maletín que había junto a la puerta
ya en la calle, un hombre me sorprende
abriendo la puerta del automóvil.
Dejo que todo fluya, no me opongo
el conductor, me saluda diciéndome doctor
comenta del hermoso día
a mi lado el otro hombre toma el maletín.
Nos detenemos en un edificio
mi acompañante se baja y abre la puerta
otro hombre, desde el portal nos saluda
también me dice doctor.
Entramos y en el ascensor miro el espejo
mi acompañante, con el maletín
y el doctor, que no se quién es
nos detenemos y en el pasillo todos me saludan.
Hace una hora, que estoy en este despacho
el maletín sobre el escritorio, es testigo que pedí no ser molestado
la ventana deja ver la ciudad, el sol está pleno
abro y me asomo al aire fino de primavera
mientras esos pies cuelgan en el vacío.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de septiembre de 2018 a las 10:18
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: itxaso, Ana Maria Germanas, Fabio Robles, anbel, El Hombre de la Rosa
Comentarios4
Impactante Esteban, muy bueno ....
Me encanto leerlo.-
Un abrazo.-
Ana María, hay veces que la vida confunde las realidades, entre el cuerpo y su historia, con el alma y su propia percepción.
Un abrazo, agradecido.
Esteban
Quedé sin movilidad, así como enajenada, es patético. Este personaje me dice que el espíritu se escapó a otro cuerpo.
Que disfrutes el fin de semana, ya me preocupaba tu ausencia.
Quizá el espíritu, perdió el enlace con la historia y la realidad del cuerpo.
Es posible, que el alma, por alguna razón descarte la realidad de la historia y solo se deja llevar, perdida en la amnesia de su propia historia.
De todas maneras, una inquietante circunstancia que debe atravesar el personaje.
Trataré de disfrutar, la belleza de esta incipiente primavera, pues aún convalezco de un cuadro viral griposo (afortunadamente estaba vacunado). Gracias por notar mi ausencia.
Un abrazo, esterilizado por la distancia.
Esteban
Si, a veces no nos reconocemos ni a nosotros mismos... Es más creo que jamás nos llegaremos a conocer del todo a nosotros mismos. Al leer tu increíble relato es lo primero que se me ha pasado por la cabeza.
Por lo demás, ya sabes que soy tu fan número uno y que me encanta todo lo que escribes por su originalidad e inteligencia. Creo, siempre lo he considerado así, que eres un punto y aparte en este portal.
Un besiño y feliz domingo.
Eres un exceso haciendo brillar mi ego, supongo que tu natural bondad te lleva como la brisa en el mar.
No me quejo, siempre es bueno un mimo al alma.
Si, nunca terminamos de conocernos, especialmente por esa capacidad de olvido. En esta historia, el personaje olvida su propia historia, al extremo de solo poseer el alma.
Un drama particular, que representa nuestra propia negación.
Un abrazo.
Esteban
El surrealismo es un grado en la vida diaria y la buena poesía razonada es el latido de la experiencia y la generosidad, estimado Esteban
Un placer pasar por tu portal
Saludos de amistad
El Hombre de la Rosa
Cuánto hay del personaje, en cada uno de nosotros, querido amigo.
La vida es un traje, que por momentos nos queda fuera de temporada.
Un abrazo fraterno.
Esteban
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