Sendero I
Despierta las horas pasan, los días mueren
Despierta los ojos abro, la luz me alcanza
Despierta la mente brilla, la plenitud arrasa
Despierta, se acaba el tiempo, se escapa el alma
Pero sé,
Que hasta en el fin de la tïerra, yo te encüentro
Huéspede de mi mente,
¿En qué momento nos perdimos en el camino? ¿En qué momento el camino nos perdió?
Y es que sabes que aún en tierras desconocidas
Como dos gotas de agua en el éter
Tu alma se encuentra con la mía
Y se funden en la nada
Senderos
Dorados
Encontrados
Amantes
Al borde del camino, meditando te encontré
Galicia profunda, atardecer ignoto
Rego el alma cija de gozo
¿En qué sendero te quedaste y te perdiste? ¿En qué momento dejamos de compartir la misma senda e interpusimos el vacío? ¿Cuándo el vacío significó más que el camino? ¿Por qué, sin saberlo, seguimos andando apartados y dejando la misma estela? ¿Por qué la estela aún huele a tu aliento con el mío?
Vuelve con sol o con luna creciente. Con temporal o nieve, con tormenta de arena o arcoíris. Vuelve. ¿Qué será de mí en esta tierra ignota sin tu aliento y tu risa? ¿Qué será? Oh amor peregrino, risa del alma, lucero entre sombras. Vuelve.
Sendero II
El Universo escuchó mi plegaria
Ahora vuelves
Vuelves, con tus ojos lindos y tu sonrisa profunda, vuelves.
Sol, con tus pasos alumbrando, sol.
Regresas, con sonrisa,
Alegre, calmo,
Recorriendo la senda, libre
Paso a paso,
Encontrándote en mi mundo,
Enamorado, exhausto.
De Taganga hasta Mingueo, Mamatoco a Rodadero, tranquilidad dejas, cariño, regocijo, felicidad, a cada paso.
Roza la piel el viento alisio,
Deja a su paso la bruma del Ecuador
Viento voraz, bruma viajera
Piel tostada con gotas de sol
¿Quieres caminar conmigo amore? la tarde es bella y la hora dorada.
Regocija el agua, la tarde y el alma, ponle azúcar y café. Anda, es hora de recorrer juntos esta senda.
Sendero III
Es de noche,
La oscuridad aún me abruma sin tu presencia
Los pasos siguen danzantes
Y se pierden en la estela
No saben muy bien hacia donde ir
¿A tu lado?
Ya no será
Caminaré por bellas praderas, por lejanas aldeas
Invocando tu nombre, recordando tus pasos
Mis pasos
Los de ambos antes de ser nosotros
Y diré al viento las palabras sabias
Las diré muy fuerte
Tal vez las escucharás en tu hemisferio
Quizá harán eco en tu yunque
Romperán el silencio de tu noche
Y en la gran roca de un bosque sagrado
entre líquenes y bejucos
Diré tu nombre y el mío
Por última vez
Adiós dorado
Adiós azulado
Adiós naranjado
Adiós grisáceo
Adiós oscurecido
Adiós transparente
Adiós invisible
Sobra la piël y el silencïo
Sobran los paisajes desconocidos
Ya no invoco tu presencia, ya no añoro tu suspiro
¿En que momento te convertiste en silencio? ¿En qué momento te sentiste perdido?
Sol, ya estas ausente, sol.
Sol indomable
Sol insensible
Sol asustado
Sol vulnerable
Sol peregrino
La senda suplica mi nombre
Sólo el mío
¿La escuchas? No lo creo
Es una sola ruta y es muy largo el camino
Está lleno de flores, de arcoíris lejanos, de pájaros renacidos
Seguiré cantando en la lluvia
Dando pasos sencillos
Olvidando tu amor y recordando tu olvido.
- Autor: Katapoki (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2018 a las 02:51
- Categoría: Amor
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: Enamorada de la luna, Lualpri
Comentarios1
Despierta que hasta en el fin de la tïerra, yo te busco
Regresas, con sonrisa, alegre, calmo,
Ya no invoco tu presencia
he olvidado tu amor recordadnotu olvido
Hermosísimo mi dulce y bella amiga es todo un manjar poético.
Con mucho cariño
JAVIER
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