No hay quien se resguarde
al amparo del cielo.
Todos mis recuerdos
quedan al descubierto
quedan a la luz del día
quedan a las sombras de la noche,
noches de lunas llenas
y botellas vacías.
Días llenos de miradas fijas
y de almas vacías.
Carga esa cruz a la sombra de la noche
carga esa cruz a la luz del día,
carga esa cruz y reparte amores
con esas almas perdidas.
Búscale los colores guardados
risas, miradas y tonadas,
búscale los besos
que aún conservan bajo la piel.
No son flores de la noche
no son flores de alegoría,
son penurias del desierto
son rosas nocturnas
que buscan una salida.
- Autor: RoFeRo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de septiembre de 2018 a las 06:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Beatriz Blanca, anbel
Comentarios1
Una pesada carga que provoca una evocación poética muy bella.
Un saludo afectuoso desde la distancia.
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