Derrapan en nubes de porcelana,
tiesos, gruesos, traviesos duendes.
Platónicos, suavizan ese enternecer
de carrozas traer...
Derriban golosos
ese floreciente banquete azulado.
Ríen con bocas llenas,
ríen al unísono...
Duendes del mar, duendes de leyenda,
tan solo existen porque sí.
Duendes tan suaves, casi bebés,
juegan en orejas y se columpian
sobre cabellos...
Duendes son mis dedos,
duendes ya sin bonete,
duendes acariciando ese pelo
mientras el hada duerme soñando a su príncipe...
- Autor: Nik Corvus Corone Cornix ( Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2010 a las 09:58
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
Comentarios5
pues sere so el 11, me ha gustado tu definicion, es un poema muy bueno talentoso y profundo,,lleno genialidad,,te felicito,,,seguire tus paso de duendes,,,saludos
Gracias duende!! que casualidad sos el numero 11 hahaha
Sabes que para mi que soy fiel solo existe mi duende querido de poema, pero entre tú y yo y sin que él se entere, me gustó esta nueva especie de duendes que arriban en tu poema, me lo llevo a mi rinconcito para platicar con ellos, un abrazo
haha es que cuando hay una bella durmiente no hay duendes que no se desvivan por provocar caricias 🙂
Qué loca definición!!!
Buenísimo tu poema!!!!!!!
Saludos.
Gracias por leerlo!! seamos amigos! 🙂
Bellos duendes nos has traido, que rien, que juegan, que se columpian, como bebes. Muy gratos y tiernos versos. Saludos Nik
gracias poetisa española! besos transatlanticos!
ya va a cumplir 5 años este poema 🙂
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.