Un vacío insondable,
parece que te observa.
Como un halcón de viento,
con los ojos del miedo.
Y un murmullo infinito,
de chirridos compuesto.
Sacrifican la calma,
en el silencio etéreo.
Una palabra flota,
como un suspiro eterno.
Y una brisa de ausencias,
aferrada a los cuerpos.
Atrevida acaricia,
fugaces sentimientos.
Primaveras de voces,
dentro del crudo invierno.
Camina la nostalgia,
como un titiritero.
Sobre la cuerda floja,
va aleteando el tiempo.
Y la verdad viajera,
apegada al recuerdo.
Patina sobre el verso,
buscando el intelecto.
Blanca nace la aurora,
pero viste de negro.
El poder de la trama,
enmaraña la esencia,
de los retoños nuevos.
Como una espesa capa,
que oscurece el deseo.
Y la osada presencia,
de actores sin respeto.
Renueva la existencia,
que se quedó sin tiempo.
En lujosos carruajes.
Se desplazan los necios.
Ha quedado bailando,
un sutil pensamiento.
En piruetas sin forma,
se concreta su acento.
Y girando sin prisa,
sobre su propio centro.
Se desliza sin pausa,
para llegar a tiempo.
En el alba soñando,
se quedaron los sueños.
Negro y blanco se alternan.
Lo vacío y lo lleno.
La ausencia de colores.
O de colores pleno.
A.L.
http://alupego.blogspot.es/2
- Autor: alupego (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de septiembre de 2018 a las 04:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 110
- Usuarios favoritos de este poema: itxaso, Henar Tejero Pascual, Claudelle Henet
Comentarios2
Precioso poema.
saludos
Gracias, Henar
Un cordial saludo
Bello poema! Alupego
Saludos, 🙂
Gracias, Henet
Cordiales saludos
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