No hay nada más difícil que olvidar la dolorosa sensación de sentir el filo de un puñal frío atravesando tu alma. Se siente como veneno corroyendo cada centímetro de tu ser, como un trago amargo que has bebido con confianza creyendo que era agua pura.
El rencor que se apodera de cada sentimiento bueno que habita en tu interior, hace que todo se contamine. Que todo se pudra. Que todo se derrumbe. Esa sola acción (la primera acción que comienza la cadena de maldad) que te ha causado una herida trepa como hiedra venenosa por las paredes de tu corazón noble. El dolor no te deja dormir, no te deja pensar. Te mantiene alerta. No te deja pensar más que en aquello que lo produce y en como mitigarlo.
Así, sin más, se desata la guerra: una parte de tu persona quisiera dejar libre todo el dolor, todo el sufrimiento, todo el rencor, para no convertirte en el mismo monstruo que te atormenta, para alcanzar la paz y seguir adelante. La otra parte, desea más que nada en el mundo que la vida cobre venganza, que se pague por cada gota de sangre del dolor causado. Y eso, aunque a simple vista puede considerarse un capricho, también puede llamarse justicia.
Si optas por la primera opción, aunque no siempre es cuestión de elegir, sabrás que es lo correcto. Porque eres consciente de que la emoción de odiar es un camino sin salida, es aquella jaula en la que tu vida se irá consumiendo de a poco. Y sobre todo, porque la venganza es el resultado de un dolor tan mortificante que te ciega, que te llena de rabia, que te nubla la razón, actuando como un veneno que te corroe por dentro, y es allí, en esa nebulosa, en esa jaula donde nos confina el rencor, que confundes venganza con justicia. Y no hay dos cosas más opuestas.
Sabes que el amor es el arma más poderosa contra la maldad. La infelicidad y el odio es la motivación más triste de un ser humano, puede llevar a hacer cosas horribles con el simple objetivo de hacer daño. El vacío que cargan esas almas en pena debe ser insufrible, hiriente, un desolador invierno, una niebla densa y oscura, un abismo lleno de malas intenciones cargadas de espinas punzantes y ponzoñosas listas para ser lanzadas contra quien se acerque demasiado. Y esa, es una jaula mucho más terrorífica.
Así, siempre elegirás el refugio de tus emociones más puras, más sinceras. El amor, el sentimiento más noble de todos, está de tu lado, por lo que eres invencible. Tu fortaleza es en lo que tú eliges creer, y es en ti misma y en lo que puedes construir.
Aquella que te odia es porque no tiene la capacidad de hacer lo mismo. Porque está en falta. Porque no conoce el amor, la lealtad, la pureza de los sentimientos más sinceros. Porque le han hecho daño, y por eso hace lo mismo con cada persona a su alrededor. A quien hace el mal hay que desearle suerte, tarde o temprano la necesitará. Cada lágrima va a pagarla, cada insulto, cada mentira, cada puñal. Estoy segura, muy segura, de que el tiempo es el juez más sabio: al final, siempre le dará la razón a quien la tiene y la paz a quien se la merece. Al final, la Justicia (y no la venganza) prevalece. Siempre.
Solo deberás ser paciente y seguir apostando al amor, el arma más poderosa con la que cuenta la Justicia.
Ceci Ailín
- Autor: Soñadora Peregrina ☆ (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de septiembre de 2018 a las 15:27
- Comentario del autor sobre el poema: Para reflexionar... ¿Dónde está el límite entre la venganza y la justicia? ¿Cómo dejar libre el dolor para seguir adelante y que el rencor no te consuma desde adentro? ¿Y, al final... se hará realmente justicia o hay que salir a buscarla, disfrazada de venganza? En forma de prosa he dado rienda suelta a estos interrogantes, inspirada en el dolor causado por el puñal de una traición. Eternas gracias por leerme, Poet@s del Alma. Los abrazo, con infinito cariño.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 245
- Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas, LeAnDro silencio es salud en soledad
Comentarios4
Hola Cecii..,la venganza, siempre es una actitud personal, que nace del odio y el resentimiento, buscar la justicia en cambio, es una actitud objetiva, donde se desea determinar, que la verdad prevalezca .-
Somos seres pasionales...., sensibles y delicados, pero tenemos la facultad del discernimiento,
y es por ello que a pesar de cualquier dolorosa experiencia, nuestra unica defensa radica , en elaborar lo acontecido, para enfrentarnos .-
Cuando tu personalmente, te sientes involucrada, tus sentimientos te juegan en contra , es muy preciso, tomar distancia, para poder saber, o discernir donde radica la verdad .-,
Tu aqui, partes de la base del dolor, y la reaccion, hacia el sentimiento de la traicion ...., pero hay una tarea primordial, muy dificil, y es la de desvincularte , y convertirte en muchisimo mas que fria....eso, si pretendes esclarecer tu situacion, ....
Y creo finalmente como tu , que tarde o temprano, la justicia prevalecera.-
Fue muy interesante leerte .-
Un cariñoso saludo .-
PD... Lamentablemente, mi querida Cecii, el amor es un sentimiento, que produce emocion, y puede llegar a jaquear tu camino a la verdad ....
La VERDAD o la ,JUSTICIA son estados, indiferentes a cualquier emocion.-
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Hola Ana! Woow me has dejado pensando muchísimo, qué gran reflexión haces... Estoy maravillada y de acuerdo con lo que dices, sobre todo en valorar la dificilísima tarea de tomar distancia y de despojarnos de nuestras emociones en la medida de lo posible para intentar llegar a la verdad, que es el objetivo de la justicia.
Es cierto que mi motor ha sido el sentimiento del amor, que fue donde encontré la fuerza para empezar a liberar el resentimiento que sentía y así aliviar el dolor, pero, como bien dices, paso de un sentimiento a otro, por lo que podría empañar mi búsqueda de la verdad, que entiendo que sería vislumbrar la situación y a la persona que me hirió desde otra perspectiva, discernir las circunstancias para elaborar lo acontecido y pensar en la posibilidad de que tal vez, esa persona no tuvo los recursos para comportarse de otra manera...
Infinitas gracias por regalarme tu espectacular reflexión querida Ana, y por abrirme las puertas al camino hacia la verdad. Te abrazo con mucho cariño
El dolor que produce una traición te lleva a adoptar entre el odio y la venganza. Pero ninguna es buena porque el odio corroe a quien lo siente y la veganza vuelve con más fuerza.
A veces buscamos justicia entre los humanos pero el verdadero justiciero está en su propia conciencia. Que es al final quien verdaderamente juzga.
Con gran cariño
JAVIER
Así es, querido Javier, el odio y la venganza no engendran sentimientos para nada buenos en uno mismo e impiden alcanzar la paz, porque nos envenenan la vida. Aún así, si somos lo suficientemente fuertes para llenarnos de amor y liberar el odio que nos atormenta, podremos despejar el camino para que la justicia haga su parte. Muchas gracias por tu reflexión, es inmensamente valiosa para mí como lo es tu presencia en mis letras. Gracias por estar siempre!
Un gran abrazo, con cariño.
Sinceramente eres alguien cuyas creaciones son de mi predilección, y me place leer lo que escribes. Además eres alguien muy tierna y noble que es imposible conocerte y no quererte.
Con mucho cariño
JAVIER
El corazon es grande pero el dolor es mucho,y en la debilidad es cuando el diablo tienta y trunca nuestro mundo . Amiga mia sabes que siempre te deseo lo mejor ❤
Así es, cuando el dolor es inmenso es capaz de transformar aún al corazón más noble... Muchas gracias por tus palabras querido amigo mío, sabes que te agradezco por estar siempre❤ Que estés bien! Besoss!!!
La traición es una horrible acción
que desfigura el existir
si optas por la venganza
serás igual a quien te traiciona
si bucas la justicia
te deja la sensación de injusticia.
Jamás podras sentirte satisfecha.
Muy hermosa reflexión para quienes sufren la traición.
Con admiración y cariño
JAVIER
Gracias Javier, tu presencia en mis letras es un bello regalo. Es un halago para mí que te haya gustado mi reflexión. Un gran abrazo, con inmenso cariño.
Es un gran honor el leer tus escritos,porque tienen un bello mensaje que nos ayuda a reflexionar son los distintos aspectos de la vida. Además es hermoso y hace regocijar el corazón.
Con infinito cariño para la bella autora.
JAVIER
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