Olvídame, arráncame de tu corazón,
Y sal de mi, piérdete en la inmensidad,
Sólo, entra la noche, entra la debilidad.
De una rosa, que agotan sus fuerzas.
Sentí un vacío, un profundo lamento,
De un alma que siente su abandonamiento,
Te alejaste, dejándome un gran tormento,
Que en si lo trajo el viento.
Mi cuerpo se convierte en corteza,
Que llora y sangra de tristeza.
Mis labios sean vuelto oscuros,
De no tocar los tuyos, los más puros.
- Autor: Carlos Mario Leon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de septiembre de 2018 a las 22:51
- Categoría: Amor
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Rodriguez, Henar Tejero Pascual
Comentarios2
Querido Amigo Carlos,
Es un gran poema.
Firme expresión.
Un gran abrazo
Gracias amigo Edmundo.
Precioso poema.
Saludos
Gracias por tu sincero comentario.
Saludos.
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