Íbamos a ser los invencibles.
Íbamos a ser los invencibles… los amantes del gélido bosque, de la más lluviosa de las tardes encontradas por los árboles. Me serías tan fiel como una mariposa en la flor de los colores subterráneos. Íbamos a amarnos… a ser de esta novela el capítulo más largo, semejantes a los que en sueños se cultivan en la tierra y no sobre los aires. Supuestamente tú serías una rosa, una tan enrojecida como el alma que esclaviza su palabra a un ser hallado en la lluviosa carretera.
Íbamos a hallarnos en la niebla más espesa, sujetados por el alba que en los pies cuenta aventuras. Te diría que, a lo lejos, más leyenda se hace un hombre cuando en labios yace escrito. Una historia contaría… abriría tantos soles que ni rayos posarían con tanto hondo placer. No eras sólo una mujer… no una sola que navega mientras trémulas palabras te enredaban junto al río. No era mío ni era tuyo, simplemente fue el murmullo de una lágrima caída. Una frase desvaída fue ventisca enamorada que ama rostros interinos.
¿Mi amada?... Mi ser estremecido en paredes moribundas que se encienden entre sí, es cabaña de madera de resecas vibraciones en la perla crepitante de una noche sin más pares.
Amada sí… y los vasallos. Así se escribe siempre en las arenas y los bosques: son capítulos cerrados a los ojos irritados.
Íbamos a ser… a ser lo que los astros ni imaginan al lanzarse. Íbamos tan lejos que ni humanas cercanías nos podían alcanzar. Dime ¿el anillo no halló piel? Unidos como el sol y el mar en un mismo atardecer: el marco de tu puerta te despierta y brilla siempre ardiendo en el sol de una mujer.
He dejado mi maleta en la tan lejana tierra de los ángeles sinuosos: mis cueros y mis botas se conectan con coronas, con imágenes tardías de un poeta que lamenta por estar callado ahí… leyendo en Hågelby.
Un cigarro y tú a mi espalada. Se hacen humo los caminos cuando yo cuento las nubes que al balcón se asoman tristes y entre mis amados árboles que se agitan frente a ti.
Hoy mi frase fue elegida… y es de flor de par en par, por aquel amor amado. No voy a dejar que nadie entre en mi vida, porque la única que podía entrar, se fue con la llave y me dejó encerrado.
A Claudia Jara.
- Autor: Danny McGee. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de septiembre de 2018 a las 00:31
- Categoría: Amor
- Lecturas: 34
Comentarios1
Mi amor nuevamente soñando con nuestro amor la llave la tengo yo, TE AMO MI AMOR INMORTAL
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