La puerta, lentamente se abre
mi mano humedece el pomo de bronce
mientras un fino haz de luz brillante
enceguece mis ojos dilatados de penumbra.
En ese pequeño espacio, veo el exterior
la vereda, los árboles, hasta la esquina
poblada repentinamente de tráfico
habilitado por el semáforo de la otra cuadra.
Imprevistamente, a mis pies asoma un perro
mirándome atento,con inquieta cola
por detrás, su dueño pasa mirando de reojos
me oculto y espero.
El cuerpo se tensa en infinito hormigueo
ya no pasan autos, pero una motocicleta
se instala en el universo, colmando todo en ruido
Cierro los ojos y mi nuca estalla de dolor.
Pasa un siglo o dos y abro la puerta
La luz me inunda como una enorme mano
debo salir, caminar como los otros
sonreír, saludando quienes cruzo.
Miro arriba en el cielo claro
donde unos pájaros vuelan en círculos
mis brazos quieren ser alas
en un mundo sin pánico.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de septiembre de 2018 a las 10:56
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, anbel
Comentarios4
El interior da seguridad pero, el afuera inquieta y deslumbra con la luz. Los rudos y el movimiento de extraños producen el miedo que llevan a necesitar alas.
Una imagen del presente.
Un gusto pasar a saludarte, soy inofensiva.
El pánico, es una dolencia penosa y dificil de superar, a pesar de los esfuerzos de los protagonistas.
En las grandes ciudades, abundan.
Te saludo con un abrazo de alas, sabiendo de tu bondad (te lo digo yo, por que el personaje, nunca se atrevería a tal demostración afectiva)
Esteban
Muy profundos y surrealistas son tus hermosas letras amigo Esteban
Un placer pasar por tu portal
Saludos de amistad
El Hombre de la Rosa
Gracias amigo Críspulo, por tu visita.
Un fuertye abrazo.
Esteban
Reacciones aprendidas y arraigadas ante lo espeluznante del infierno que envuelve.
Un abrazo poeta
Cuando la realidad nos supera, elegimos caminos confusos.
Un abrazo.
Esteban
Desde arriba aún se vería todo más claro en su conjunto, con un realismo de esos que asaltan los sentidos... ¡Mejor no tener alas, y no correr el riesgo de estanparnos
contra el suelo!... Lo que es miedo puede llegar a convertirse en terror.
Un gusto siempre leerte. Un besiño.
A veces, nos sumimos en confusos deseos, ante una realidad que nos supera.
Un abrazo sentido.
Esteban
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