Yo en mi madurez, en mi senilidad
Y tú, en tu plena juventud.
Contagiándome tu vitalidad.
Y tu amor jovial y llena de virtud.
Mis energías guardadas
y mis experiencias ganadas,
Renaciéron y volvieron a flotar.
Mi alma volvió a volar.
Es un nuevo amanecer.
Contigo … mi piel rejuvenece
Mi cuerpo renace
Y mi amor florece.
Solo te pido, no dejes de mirar
Que aún puedo vibrar.
Tengo primaveras para entregar
Y todas las estaciones para amar.
Te doy mi vida para ofrendarte
El amor que no conociste.
Te amare con todas las energías
De mis interminables fantasías.
Tengo mil noches de amor tibio,
Para llenar tu vida de alegría
Y buscar la paz y la armonía.
Te doy mi vida entera sin agobio.
Amor que mana de mis manantiales,
Plácidos y repletos de sentimientos,
Que se niegan a mirarse en los espejos
De las miserias humanas y materiales.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De Lima, Perú.
Derechos Reservados
- Autor: Antonio Encinas Carranza ( Offline)
- Publicado: 13 de septiembre de 2018 a las 13:21
- Categoría: Amor
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas
Comentarios2
Te aplaudo este poema , me gustó mucho la manifestación de amor bajo esas circunstancias. Abrazo amigo
Gracias amigo Fabio, es un tema de vida y circunstancias, un abrazo fraterno.
El amor vigente, e integro, sin espejos, y si con el resto de tu vida por delante .-
Eres muy afortunado, e hiciste con el unos hermosos versos.-
Te dejo un cariñoso saludo.-
Gracias por tu saludo y el cariño y por leer y comentar, estimada Ana María,
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.