Amada mía tan cerca de mi alma,
tan lejos de tus besos,
tus abrazos ahora son sueños,
sueños de lágrimas.
Que felicidad haberte amado,
que tristeza haber perdido una rosa blanca.
Yo vencido camino,
llorando lágrimas amargas,
que recuerdos tan dulces,
cuando soñabamos juntos,
que triste soledad,
mirando tu almohada.
Yo tuve una rosa blanca.
- Autor: manuel ayuste valero ( Offline)
- Publicado: 15 de septiembre de 2018 a las 14:52
- Categoría: Sin clasificar
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