Hoy que mi sangrada boca atesora
tus dulces besos, más dulces que el mosto,
y fervientemente acaricia la hora
de volver a libar la encantadora
miel de tus labios que son mi regosto.
Fruta que se desliza por la rama,
fruta exquisita, madura y jugosa,
que mi alocada necesidad clama
y en mi pecho quema tanto la llama
del deseo por tu pulpa sabrosa.
Digo tu nombre con gran obsesión,
lo repito a voces en el silencio,
te pienso en el verso de la canción
que habla de la gloria de un gran amor
y también en la de un fatal desprecio.
Te deseo, te necesito y te amo,
y qué más puedo hacer sino adorarte,
sino hacerte sentir lo que proclamo,
que en todo invierno y en cada verano
tendrás mi hoguera para acalorarte.
- Autor: Ofeliko (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de octubre de 2018 a las 14:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 77
Comentarios1
Muy lindo me gradó la lectura de tu poema Saludos
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