Sombrío lápiz de labios, morado,
y un cigarrillo encendido en la boca
que emana gris la humareda que evoca,
el sueño que huye cansino y pausado.
Mientras sostiene su bolso confiado
la luz refleja, la sombra lo toca;
en la avenida un naranjo provoca
al caer rompe su fruto amargado.
Y juega inmerso en el borde inhumano.
un auto para; la dicha lo atrapa
una sonrisa muy dulce y culpable.
Le hace notar que precisa en su mano.
- "Joder", se enoja y gritando se escapa
el cliente marcha y su burla le añade.
La horrible mueca de burda ficción
en un dolor repentino confluye
que impregna el cuerpo y de pronto destruye
mientras el auto se fue de la acción.
El desatino inocula traición
tiene la misma visión que destruye,
que el baladí gigoló constituye
y al transexual que desea la acción.
De la carroña podrida y codicia
la soledad que ligera concluye,
adonde está la verdad y malicia.
La prostituta beoda le arguye
al gigoló la furiosa avaricia;
luciferina maldad los incluye.
Claudio Batisti
- Autor: Claudio Batisti ( Offline)
- Publicado: 18 de septiembre de 2018 a las 23:25
- Comentario del autor sobre el poema: En un mundo en igualdad de géneros donde todos somos iguales... en las buenas y en las malas
- Categoría: Amor
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
Muy interesantes estos magníficos sonetos encadenados!
Una historia que refleja la realidad de la gente que trabaja las calles, en la noche!
Me encantaron tus letras!
Un fuerte abrazo!!!
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