Siento el alma encadenada
y la siento como un perro
con una correa atada
aferrada a unos hierros.
Y sujeta de tu mano
que con un severo amor
la manejas sin temor
a lo que siente éste perro.
Y a veces me das tirones
que me asfixian en tus labios
si me lío yo a empujones
y que allí mueren despacio.
Siento la naturaleza
que habla de hombres y mujeres
que me ocupa la cabeza
con deberes y quehaceres.
Y siento frío y calor
y siento calor y frío
llenando un escalofrío
todo mi cuerpo de ardor
Siento la boca seca,
las manos temblorosas
y mi mente pesarosa
si tú conmigo no pecas.
Siento una necesidad
de estar continuo a tu lado
y saber que la verdad
es que ya soy tu esclavo.
Comentarios4
Muchísimas gracias. Me hace feliz saber que te ha gustado
Otra joyita la que nos dejas en tan apasionados versos..
feliz de leerte amigo
Gracias. Me alegro de leer tus críticas
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