El néctar de tus labios imponente,
mirando tu belleza quien se niega,
aquel que te contempla todo entrega,
subordinadamente complaciente.
Igual que las abejas en su ambiente,
bajo el gran atractivo que los ciega,
el sabor de las mieles los doblega,
tornándose hechizados diariamente.
Tus encantos se tornan indelebles,
no será tan eterna su morada,
da gracias por ser bella todavía.
También las bellas flores son endebles,
recuerda que salimos de la nada,
y ya nada seremos algún día.
- Autor: Pedro Ruiz Lopez ( Offline)
- Publicado: 20 de septiembre de 2018 a las 17:48
- Comentario del autor sobre el poema: Un soneto a la naturaleza de las mujeres bellas respetuosamente, en especial para una bella dama que me pidió que me inspirara en ella.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 126
- Usuarios favoritos de este poema: AMADÍS
Comentarios1
Excelente. Un abrazo.
Muchas gracias Miguel
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