Sin noches desiertas

¿Que te parece si apagamos las luces y encendemos las estrellas?

¿Que tal si no nos exigimos nada, pero nos compartimos hasta el alma?

¿Como podría ser la vida si tu y yo nos encontramos, siendo cada uno el reflejo exacto del otro?

Ambos somos lo suficiente capaces de mirarnos nuestros ojos grises, y vivirlos en tonalidades de colores.

El único tren que no quiero perder es el de mi vida y mi vida eres tu, ventana que al abrirse se siente respirar.

Todos los candados tienen una cerradura y el amor es la llave que abre todas ellas, quizás la mía este hecha a tu medida.

Significa tanto el mensaje como lo escribo como tu sientes al leerlo. Escribirte es fácil, lo difícil es transmitirte emociones, las letras son mudas, pero cuando se convierten en frases para ti, todas hablan por si solas.

Quizás creas que estoy loco, pero mi locura es el estado de la felicidad que deja de ser inalcanzable, de ti depende compartirla.

Ahora dime:

¿Aun piensas que lo tuyo es una vida llena de noches desiertas?

¿Que te parece si en vez de dormir para recuperar energías, perdemos energía durmiendo juntos?

¿Que tal se te da descubrir todos los placeres afrodisiacos hechos química, veneno y antídoto con tus encantos de mujer? 

¿Y si me dejas colmarte de un enjambre de besos suicidas, donde tus labios sean mi rubrica, mi manjar y mi deseo?

¿Porque no dejamos de escuchar lo se dice de los orgasmos y nos dedicamos  a provocarlos y hacerlos reales?

¿Porque no invocamos todos los seísmos de nuestro cuerpo y hacemos temblar todos los sismómetros de nuestra piel? 

Que mas puedo pedir si tus labios empiezan a apoderarse de mi boca como diablo que nos lleva al paraíso, embriagado de convulsiones dando riendas a lo prohibido.

Aun estamos a tiempo de sentirnos vivos y encendernos de besos para apagarlos ardientemente en los labios.

¿Que tal si dejamos de soñar y nos hacemos reales?

Sin tapujos...

Sin timidez...

Sin miedo....

Sin distancia...

Sin grises ni términos medios.

Y siempre, siempre,siempre...

Amarte sin noches desiertas.

Jordi Etresi