Primero fue un rumor, casi distante
perceptible tan solo en el sosiego.
Un susurro en el medio del levante
letanía piadosa de algún ruego.
Prosiguió su runrún con paso andante
encendiendo la chispa de aquel fuego
que alimenta ese viento que es constante
cuando sopla el urgido por el ego.
Negando la virtud de la concordia
fue sumando sus voces, la discordia
alabando al señor de los infiernos.
Sonreían los dioses de la guerra
pues mi sangre escribió sobre su tierra.
Se anuncian con otoños, los inviernos.
- Autor: yito (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2018 a las 18:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
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