Llegaste de repente
lucero del alba
con dulzura insolente
jurando que te esperaba.
Convencida de aquello
mi amor otorgue
a la proclamación y el destello
y a tu luz me entregue.
Como cada amanecer
de mi fuente bebias,
regresabas cada anochecer
sediento de alegrias.
Lucero del alba
a quien dedico mis besos,
dueño del alma
de este amor confeso.
...pero hay pena negra!!
al descubrir en un juego
que el que creía mío era
en otras ventanas ardía fuego.
El cardón que floreció
entre las espinas,
este amanecer padeció
sus dolorosas agonias.
Dejando una espera fría
un amanecer sin cielo,
sal de los ojos corria.
¡¡Que pena alma mía!!
- Autor: Rosa Violenta ( Offline)
- Publicado: 29 de septiembre de 2018 a las 14:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: PauCath08
Comentarios3
Esta vez sí que me quedé con alborozo con tu obra y aplaudí
durante todo el camino, en imaginación y agradable arrobamiento.
Cuando me alegra y me conmueve con cada palabra
como un territorio y existencia cierta, se valora el texto.
Eso experimente.
Besos.
Saludos infinitos.
Amalia
Como cada amanecer
mi amor otorgue
Pero descubrí con tristeza
que el que creía era mío no lo era
entrega total y lamentos posteriores.
Con cariño
JAVIER
regresabas cada anochecer, sediento de alegrias.
De tal manera vuelven mis pupilas una y otra vez a recorrer el valle de tus versos, estimada Rosa Violenta.
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