- III - T H A N Y A
Y tú, catira bella,
que siempre contrariaste decisiones
y cual Coloso de Rodas desafiaste
del tiempo sus estelas,
evaluando, evaluando otras visiones
como a todas las almas que tú amaste.
Siempre buscaste calma
en tu entorno familiar y deseado.
Tal vez, por eso, nunca te marchaste
y como en ritos de los cuentos de hadas
en un hito tu mano
construyó el bosque con un solo árbol.
Por tan bella razón, te canto y canto,
sin dejar de admirarte.
Te auguro, con mi nieta, un buen ropaje
por los siglos que vengan y por otros
que colmen con sus luces mis antojos
con pasos de cansado caminante,
pero con ansias en todos mis arrobos.
Por todas esas cosas, Thanya mía,
te amo como a las luces de mis ojos.
Roma, un día de un mes de un año.
- Autor: Luis Alvarez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de septiembre de 2018 a las 22:47
- Categoría: Familia
- Lecturas: 26
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.