De azul y oro en la fontana...
la triste doncella en su tibieza
se nos muestra,
por el canto caprichoso
de la alondra...
una primavera de plata
se entretiene,
se nos vence
vulnerada en sus espinos...
en el dardo desnaturalizado
de la tarde,
de sus andanzas primigenias
de pobreza, sus loores
mansamente me embelesan...
en la copa cristalina del olvido.
Oh belleza...
apenas triste y desbocada,
en el éter incorpóreo
de la vida,
Artajona se nos muestra
esplendorosa...
en el marco descuidado
del camino.
- Autor: pani ( Offline)
- Publicado: 2 de octubre de 2018 a las 12:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Rodriguez, María C., David Arthur
Comentarios2
Cuáles serán las impurezas de la triste doncella pálidamente hermosa.
Un abrazo poeta
NO HAY IMPUREZA PARA EL CORAZÓN QUE SABE AMAR... UN SALUDO TOKKI... Y FELIZ TARDE...
¡Ostras que que bien logrado este poema hs dejado!
Un saludo
MUCHAS GRACIAS MARI... ME ALEGRA QUE TE GUSTASE...
A mi me encanta cuando puedo entrar a recrearme en tu arte.
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