Umbrales.
Sonreía... y la tarde te vio en el aire
cuando el mar se vistió en tus ojos:
la paz se convirtió en tus manos
y tus labios en primavera.
Perdidos cual dos gaviotas,
nos vimos en las arenas,
la playa unió nuestras bocas
y en olas cabalgó un beso.
Por tanta duna callada,
la luna calló en la noche
y el verso cayó a tu cuerpo
envuelto, en el mío envuelto.
Hay tantas horas que aun sueñan
en sombras y atardeceres,
en esas miradas tuyas
que ardían junto a la mía.
Del hecho a la poesía,
nadamos sobre la arena
atados a los placeres
que hallamos entre las dunas.
Mi nombre quedó en la playa.
bañándose junto al tuyo;
en tanta espuma hoy se besan
que alcanza para dos mundos.
Se pudo alcanzar la gloria,
llegamos a los umbrales:
cuando el mar se vistió en tus ojos,
sonreía... y la tarde te vio en el aire.
A Claudia Jara.
- Autor: Danny McGee. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de octubre de 2018 a las 10:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: anbel
Comentarios4
Precioso. Buen fin de semana.
Gracias Anbel. Saludos.
Hermoso...me encanto.
Gracias. Un gusto. Saludos.
Cautivador escrito...
Saludos cordiales
Gracias Javier. Un abrazo.
Me haces recordar aquellos días donde solo existiamos tu y yo...
La hermosa Playas Blancas en las costas de Chile. Solos tú y yo en medio del amor mismo.
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