Ya no escampa el frío sobre mis párpados congelados
sedientos de tu mirada cálida y llena de abrigo,
invierno que eriges mi cuerpo en monumento,
invierno que extingues la alborada rubia del oriente,
invierno que riges brumas en nacientes madrugadas.
Cuan lejano pudo tocarme el frío con sus manos de hielo,
tan cerca me tienes cuando me alejo frío insaciable,
atrapado en insomnio cuando recuerdo, dormido cuando olvido,
quiero encontrar las brazas de nuestro fuego al menos en sueños,
de este invierno solo queda nieve enfriandonos al amor.
Historias ruego para vivir en cada noche de septiembre,
allí está el placer de soñar, añorar, esperar,
y en cada noche, en cada septiembre nunca murió el calor,
se hizo verano porque gritamos no ver inviernos.
Persigo al viento para creer que me lleva a donde ti,
desvanece el tiempo instantes leves bajo sus alas,
ha descolgado siglos de llanto
el breve idilio transitado por la lluvia.
Frío rígido y cruel
silente cual precipicios sepultan los finales,
frío extenso e insistente
eterno cual inmortal yace la luna en el espacio,
frío voraz y repentino
tempestuoso cual furia de alta mar evoca el naufragio,
de este invierno solo queda nieve enfriandonos al amor.
- Autor: Poeta del silencio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de octubre de 2018 a las 20:46
- Comentario del autor sobre el poema: En los fríos extensos cuando el amor quiera quebrarse contra el hielo, los sueños de romance abrirán la realidad al abrigo de calor y refugio para revivir lo que quiso apagarnos el fuego de la ausencia .
- Categoría: Amor
- Lecturas: 15
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