Gracias por todo, a pesar de haber sido tan poco
El ensordecedor silencio del olvido marchita la memoria donde vive tu recuerdo, mi último recuerdo, ese laurel donde guardo la primer sonrisa que vi nacer con alebocia en tu rostro aquella tarde de primavera y también es el refugio de las palabras efímeras que hoy no significan nada.
Tu forma física es una tenue luz que ya no puedo observar con claridad, lentamente se me fue borrando tu voz de mis oídos. Es algo inevitable ante lo cual fue inútil cualquier resistencia.
La creencia no podrá mas que la verdad. Y es que en la verdad respiran los hechos, muere la incertidumbre y es ese campo de batalla donde quiero vivir sin interesar el detrimento que se purge sobre mi. La verdad es un laberinto luminoso en donde entras con los ojos vendados y a cada paso hay un desconcierto que hincha los sentimientos, nunca sabes para que te preparas, cada avance evoca una bala rasante que va a perforar una emoción que te hará tambalear y es ahí donde conocerás de que armadura estás hecho.
Los senderos de la verdad te conducirán a un lugar fijo en cada paso, mientras que la creencia te mantendrá fijo en cada sendero desconocido.
Hoy la verdad es que ya te fuiste, pero voy a creer que vas a volver, te esperaré en cada manecilla del reloj, dentro de todos los segundos, sé que en alguno estás tu, la hora de tu llegada no escrita en el lienzo del destino.
- Autor: Omar Flores. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2018 a las 17:00
- Categoría: Carta
- Lecturas: 45
Comentarios1
Tremendo, un desahogo lleno de mucha pasion...
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