Parece que al final
no éramos tan distintos,
ambos esperabamos la noche,
para ahuyentar a los fantasmas.
Sin quererlo,
equivocandonos, una y otra vez.
Nos convertimos, poco a poco
en otro espíritu sin dirección.
Cada segundo que pasa,
cada lugar que piso,
hace deambular tu nombre
y tu silueta por mi mente.
corre lejos, corazón
vuela como el humo que nos acompañó,
Pero por favor, procura no dejar ni el más minimo
recuerdo en el salón.
- Autor: Carlos Barria ( Offline)
- Publicado: 7 de octubre de 2018 a las 22:19
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 12
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