A la Flora del Pantano
le pido que vuelvan
caras mis derroteros,
progenitores y amantes
vestidos de marineros
retornaron al puerto
dos togas dos veleros.
Posada de mi Inocencia
de mis primeros sueños
luces de las veredas
escuela de aquellos tiempos,
predios de Independencia
mis amigos los libros viejos,
pelota que surca el campo
vamos camaradas traviesos.
Volantín que llevas al cielo
en tu sedal un telegrama
con las canicas salgo ligero
un trompo que silba y baila
látigo que azota la cama
nos reclama el limonero.
Rebeldía tu llegaste
con ojos de libertad
morral que cabalgaste
hasta mi pubertad
en busca del artesano
para cultivar la tierra
dejo la serranía sembrada
con mil lazos de amistad.
Las curvas del camino real
me regresaron cantando
de nuevo al medanal,
para seguir regando
con mis pasos la humildad
inundaron el extenso erial
los versos de humanidad.
Aquel Hatillo lleno de juventud
fraterno y benevolente
son coloridas pruebas su multitud
corto el viaje de adolescente
Alma Máter fue grande tu gratitud.
Árboles de horas inexorables
ilustraron las praderas
semestres que volaron
pupitres saltaron fronteras
fueron momentos inolvidables.
Crepúsculo en los cafetines
con noches anquilosadas
adelante sol guía mi cuerpo
a espaldas los tres jardines
el arco iris de mis pisadas,
es abanico soplando el tiempo.
- Autor: Ángel Leonardo Duno B:. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2018 a las 08:08
- Comentario del autor sobre el poema: Los caminos de la vida marcan las pautas
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
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