Las palabras caen a un abismo inexistente,
la calle se convierte en una selva frecuente,
los pasos se pierden entre la suciedad…
Nada queda, nada ahora se entiende,
Todo en el laberinto del pensamiento se desvanece.
Las letras van a la cárcel del olvido,
la balsa de pasiones se detuvo,
la única sonrisa genuina caducó,
la tranquilidad se evapora en mis manos.
Pero mi cuerpo sigue siendo un punto negro
que opaca la naturaleza de lo poco que se conserva.
- Autor: Cielo Gonzalez ( Offline)
- Publicado: 11 de octubre de 2018 a las 09:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
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