Carta a Jesucristo

Oscar Lugo

Recuerdo que hace mucho tiempo, tu, mi Señor, escribiste algo muy valioso, no lo hiciste con palabras que se lleva el viento, lo hiciste con obras, obras tan maravillosas que vencen la prueba del tiempo, hechos que nunca se olvidarán, que a Jehová, gloria por siempre le darán…

Mi Señor, al cielo te fuiste, pero prometiste, que por siempre habrían personas que tus pasos seguirían; que dolor debes sentir, mi Señor, ver que muchos no se acuerdan de ti, ni del amor que nos ensañaste, aunque es muy claro, hoy se ha vuelto muy raro, no se ve entre la humanidad, y mas tristeza te da, cuando ves que se va acabando dentro de tu congregación, aquella que limpiaste y compraste con tu amor…

Perdóname, mi Señor, porque debería escribirte, para alabarte, pero ese no es el motivo; ¡que vergüenza ¡ tengo que reconocer, que tus mandatos no sabemos obedecer, la disposición a amar y perdonar, la hemos cambiado por criticar y juzgar; te duele ver, mi Señor Jesús, esa terrible actitud que hay en los hermanos, deberíamos apoyarnos, no ves ese resultado, parece que nos estamos atacando…

Aquellos que dicen ser mis hermanos, me están despedazando, dicen de mí que no soy amoroso como tú, mi Señor Jesús, en eso tienen razón, pero no se acuerdan que también tengo corazón, y mis momentos malos en que puedo fallar, exigen sin comprensión, conocen a un personaje grosero, que existe bajo su concepto, sin saber lo que en mi hay por dentro.

Me consuela tu ejemplo, mi Señor, porque tu pasaste por algo parecido, hacías el bien, y te decían que estabas endemoniado y eras blasfemo; ¡Oh! que dirán de mi, que nací en pecado, y soy muy imperfecto…

Eso me da mucho miedo, mi Señor, lo que conmigo están haciendo, no por mi interés, sino porque todo puede salir al revés, tal vez esto se pueda convertir, y haga reír, al enemigo que esta al asecho, Satanás, que le encantaría ver nuestra unidad hecha pedazos…

Por favor, Mi Señor, dile a tu padre, que me perdone, porque los ofendo, y no soy un buen hombre; se que como examinadores de corazón y riñones, ustedes dos me comprenden, me quieren por lo que soy, será eso lo que me mantiene en pie, lo que hace que sea fuerte mi fe, aunque los demás me ignoren y me desprecien, ustedes dos me amarán eternamente.

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  • Autor: Oscar Lugo (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de octubre de 2018 a las 14:12
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 17
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