¿Qué es real?
¿Y qué no es?
Y, ¿quién dice qué lo es?
¿Cómo dice cuál lo es?
Yo no.
Ni lo digo ni lo soy,
Y no soy ni quiero ser
Papel destinado al barro
Ni verso a morir en labios
De ajeno que quiera leer.
Tu sí.
Tú eres lectora y veraz
Y ahora lees mis vocablos
Falsos, sin razón o santo,
Siendo jueza y condenada
De una pena: ser real.
Mil filósofos se sientan
Pluma en mano
Prosa y sal
No reciben lo acordado:
La respuesta a lo real.
Y aquel que conociera
Mi prisión, mi soledad,
No le dé mi llanto pena:
Por mi culpa llorará.
¡Qué me olvide mi familia!
¡Mis amigos y mi paz!
¡Ven, tortura! ¡Ven, justicia!
Ven, desdicha fortuita…
Me merezco mucho más.
Olvida mi voz quebrada,
Mi llagas de trabajar,
Olvida que tú me amabas,
Vida; no soy real.
¿Cómo soy?
Soy no real.
Soy cual sueño,
Cual tormenta,
Soy un diamante de sal.
Y, ¿quién soy?
Tú la vida,
Yo el amar.
Solo soy una persona
Que se ahoga en realidad.
- Autor: MdM ( Offline)
- Publicado: 14 de octubre de 2018 a las 01:17
- Comentario del autor sobre el poema: Astrid
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 53
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