Carta de Amor II
13 de octubre de 2018
Para: Usted
No es que haya quedado loco y enamorado de usted, es que me parece dulce doncella que yá usted acaba de leer aquellas letras por las cual le escribí hace poco tiempo. Yá tiene usted en sus manos frías todo el amor que éste loco le puede ofrecer a usted dama feliz. Versos para la dama feliz…
Yá sé que una carta llegó a sus manos,
tiernas y tan llenas de silencios,
no quiero hacer esto correr,
si para mí tener su ser,
es como tener dentro de mí más sed,
porque busco de usted todo el amor,
que a un hombre le puede brindar usted,
y con todo frío quedo sin saber su respuesta y con dolor…
Es para mí un orgullo que usted haya podido leer lo que encierra este pobre corazoncito por usted dama de mis noche felices. No es para que le amargue más su noche, es que estoy eternamente enamorado de su piel, de su cuerpo, de su voz y más aún de su noble corazón. No quiero por ningún momento que usted se aferre a ella. Si en la vida se hace como nacen los versos para mi bella flor…Versos para la bella flor…
No se ate a mis letras,
bella dama feliz,
que ésto no es un desliz,
sino más bien letras de la que usted ama más,
son sencillas para que usted entienda sin un jamás,
que le ofrezco todo mi corazón y más,
son para usted dama feliz,
y no quiero ser un infeliz,
y no pretendo hacer esto alarde,
cuando en una tarde,
se haga mi corazón un cobarde,
por no ir y buscar a su corazón,
que muere por mí de pasión…
Me ruboriza tanta amabilidad de parte de usted por tener en sus manos mi carta de amor. Y no quiero ser parte ni principio ni mucho menos final de algo impetuoso como lo que hizo usted con mi carta. Me imagino que la habrá guardado debajo de su almohada, en el buró o en la mesita de noche. Para la bella doncella… Versos para la bella doncella…
Letras que desean volar magia,
cuando en tí todo poseo,
cuando de mí el agrado y el deseo,
que usted sea para mí la alegría,
guarde mi carta bella doncella,
que la estrella brilla,
y más aún, en el cielo oscuro,
cuando perduro con mi insistencia,
es que no me rindo ante usted en presencia,
ni con el más terrible de los valientes sin ausencia,
porque es menester que la quiera a usted con insistencia…
Ahora, queda algo que yo deseo entregar y es que usted se quede con mi caudillo. Es un regalo que le ofrezco por valorar todo en mi mundo. No quiero ofrendas, es un regalo para usted, cuando mi alma de escudero atrevido se ha quedado en la gracia de saber que la vida es una vida que hay que vivir consecuentemente con la verdad y con la pasión. Me despido de usted señora, hasta la próxima carta. Versos para la verdad de mi señora…
Quedo arraigado por tanta belleza,
por tanta amabilidad,
por tantos cabellos que enredan mis letras sin tristeza,
por tanta soledad,
que amarga es como la hiel,
queda aquí un enamorado fiel,
que deseo con su atrevimiento,
entregar su sentimiento,
y todo, para mi bella dama de fría piel…
Atentamente,
Yo
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2018 a las 00:01
- Categoría: Carta
- Lecturas: 60
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