Ya sólo quiero la luna.
Te di mis días, mis noches,
el horizonte, las olas y el mar...
te di al despertar el olor de la sal,
y por darte te di
la pasión de mi cuerpo
y mi anhelo enredado
en el aullido del viento.
Quise darte mi vida
y que fueras tú de ella,
por momentos estabas,
por momentos huías
te buscaba mil veces
y mil veces volvías.
Solo tú me bastabas,
tu mirada de niño,
tus caricias al alba,
tus inmensos abrazos,
tus verdades eternas
que hoy son sólo mentiras.
Me bastó tantas veces
para tantas huidas,
para tantos silencios,
para tantos olvidos.
Me bastó tu palabra,
la palabra que amaba.
Y te fuiste clavando
esas mismas palabras
que ya fueron tus armas,
para siempre en mi alma.
Y me heriste tan hondo
que ya nada me basta.
Ya solo quiero la Luna
no voy a pedirte más,
quiero tenerla en mis manos,
creerás que es una locura,
mas la locura es saber
que nunca me la darás.
- Autor: Maria Gomiz Luna ( Offline)
- Publicado: 15 de octubre de 2018 a las 11:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., María C., ocsirnaf, Paolo Gil Euceda, Original Oriflama Infinita, Ed-win
Comentarios5
Excelente !
Miles de aplausos para ti.
Lualpri
Muchas, me alegra que te guste. Un saludo
Quise darte mi vida
y que fueras tú de ella,
quiero tenerla en mis manos
la locura es saber
que nunca me la darás.
Grandiosas palabras bella poetisa
Con cariño
JAVIER
Muchas gracias por tus palabras. Un saludo
Oh una petición que hacemos mil veces, que bonito María, recibe un abrazo de otra María.
Muchas gracias, otro abrazo para ti
Otro va cirtual pero cálido.
La luna siempre va a estar ahí para ti Maria, observándote, firme, conociéndote en tus momentos de luz pero tambien de oscuridad, cambiando para siempre como lo hacemos nosotros. Cada día es una versión diferente de sí misma. A veces débil y pálida, a veces fuerte y llena de luz. La luna entiende lo que significa ser humano.
Incierta, soñadora. Siempre sola. Te animo a ser fuerte y a seguir escribiendo tan bonito. Un abrazo mi niña, cuidate.
Me da muchísima alegría verte por aquí otra vez, tus preciosos comentarios siempre siempre son bienvenidos y la verdad es que se te ha echado de menos. Espero que estés bien.
Comienza bello y suave, y a medio poema sucede lo imposible. El giro. Como tal, cambia a su opuesto, te absorve en forma den torbellino, va tomando fuerza y dolor impulsandose de una gran energía por este dolor a cada verso y sin embargo conservando su delicadeza y mesura. Gracias.
Gracias a ti otra vez.
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