Dibujando Corazones...

Catelgood



Vino el guardián del orden, presto…

Y solícito me dio una regañina de civilidad

Con el dedo en ristre me amenazó de hacerme preso

y luego me dio un discurso moral, por la ciudad

La gente miraba divertida mi ocaso ciudadano

Y hasta un dejo de lástima se adivinaba en alguno

Cuando el guardián, arrebataba de mi temblorosa mano

El marcador indeleble, motivo del social ayuno…

 

Y pensándolo bien, debe ser bastante triste

Encontrar a un hombre mayor montado a horcajadas

Sobre aquel caballo de bronce, marcador en ristre

Evocando acciones que antes, fueron balandronadas

¿No le da vergüenza? Hacer esas cosas, ¿señor?

Decía divertido el guardián, sacudiéndome severo

Provocando carcajadas de mirones alrededor,

Dislocando mis anteojos que acomodaba con esmero…

 

¡No Jovencito...! ¡No me da vergüenza alguna!...

Yo he construido esta ciudad, antes que usted naciera…

¡Y ahora, con tantos años, ¡la amo con fuerza añera!

¡Y las mariposas en la panza se sienten como hambruna!

¿Qué mejor adorno, para un monumento sombrío?

Que la fuerza de un amor lleno de claridad…

Que un corazón dibujado con su nombre, y el mío,

¿Para hacer más feliz a ésta triste ciudad?...

 

¡Condúzcame pues, esposado hasta el calabozo…!

¡Por el crimen horrendo de amarla sin condiciones!

Y henchido de felicidad, juventud y gozo...

¡Andar por la ciudad de día, pintando corazones!

Y guardián y turba sonríen y yo siento orgullo

Y me liberan... y ahí queda el monumento aquel

Con el padre de la patria y su brioso corcel,

¡Con un corazón en el anca, con mi nombre, y el tuyo!...

  • Autor: Catelgood (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 16 de octubre de 2018 a las 02:08
  • Comentario del autor sobre el poema: Al parecer, el amor no sólo regresa la juventud... también un poco de la deliciosa y estúpida valentía adolescente, que es la que deja huella para siempre... eso creo eso pienso, eso quiero...
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 39
  • Usuarios favoritos de este poema: Ana Maria Germanas, María C., Diafana, Texi
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios2

  • Ana Maria Germanas

    Gracioso, fuera encontrarse con corazones en el anca de un corcel, pintados.-
    Me hiciste sonreir mi querido amigo....pero triste seria que despues de leer tu genial poema, lo imitasen...te imaginas....estatuas famosas, con corazoncitos pintados....trasgresor no ??
    Un abrazo inmenso.-

    • Catelgood

      Tienes toda la razón, Ana María... era una abstracción acerca de la "balada para un loco"... Y si bien tienes razón en aquello de pudiera ser sugerente, no deja de consolarme un poco el que de seis lecturas, sólo uno se sienta motivado y sea lo suficientemente cauto como para verter su subversión en palabras, antes que pintarrajear al padre de la patria o a su corcel... (Lo que no deja de ser adolescentemente delicioso y estúpido)... Como siempre, delectable y profunda tu poesía, que es la que hace que a veces, cosas como estas, parezcan versos... Un abrazo grande

    • María C.

      Interesante Catelgoood y con reflexiones profundas a tener en cuenta.
      Un abrazo

      • Catelgood

        En alguna parte, Isis, como diría Neruda, llenar de monumentos nos deja sin espacio para los vivos... parece bueno, pero aquellos que nos dejan huella sin un monumento, de vez en cuando nos significan más que todo... y si no podemos vencer el hierro con la claridad de la presencia, por lo menos en letras, que quede ahí su nombre, como recuerdo inefable de que los seres somos más que los monumentos... como siempre, es usted un privilegio, y hermanados en la pérdida, hermanados también en la búsqueda de la paz. Un beso respetuoso en su mano.

        • María C.

          Muy acertada respuesta con la que comulgo completamente.
          Mil gracias Catelgood, y me encantó el beso en la mano, me has hecho sentir ''princesa'' por un instante.
          Un abrazo fraterno de ''realeza'' aunque sea solo virtual.



        Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.