LA SENDA DE LA EXISTENCIA

alupego (Ángel L. Pérez)

 

Nace del huevo el gorrión.
De la simiente la flor.
Nace el cariño sin Sol,
de luz interior ungido.
Como el lucero al nacer,
emite su blanco brillo.

Nace el verso del rincón,
donde crece el sentimiento.
La rima ritmo le da.
Y asomado en el balcón,
de la casa de los sueños.
Recita de corazón,
lo mejor que lleva dentro.

Nace libre el pensamiento,
de grandes dudas dotado.
Crece fugaz, como alado,
volando hacia el infinito.
Y al nacer del intelecto,
que los cerebros maquinan.
Con ansiedad va buscando,
pertinaz la idea perfecta.
Para salvar la rutina.

Nace el sueño de la duda.
Y la duda del temor.
Nace desnudo el amor,
que se viste de hermosura.
Y al soñar el ideal,
que proyecta el pensamiento.
Transforma todo su cuerpo,
para darle realidad.
Fugaz la estrella se aleja,
buscando la eternidad.

Nace el dolor para dar,
al sentido lo finito.
Emerge como una voz,
que se va tornando a grito.
Y al rozar el sentimiento.
Va desgranando emociones,
y que crezca el pensamiento.
Así el dolor fortalece,
cada célula del cuerpo.

Nace el Hombre del amor.
Con tanta sabiduría.
Que de un minúsculo embrión,
surge una gran maravilla.
Miles de facetas nacen,
a veces llenas de aristas.
De una riqueza tan grande,
que no se aparta la vista,
de grandeza semejante.

Nacen la sombra y la luz,
unidas en un destino.
Resueltas en la penumbra,
van compartiendo el camino,
al que conduce la senda.
La senda de la existencia.
A.L.
http://alupego.blogspot.es

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  • Autor: alupego (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 17 de octubre de 2018 a las 05:14
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 21
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