El Filósofo de los zapatos

De su niñez no hay retratos

eso para él siempre es banal

se burla de los maltratos

no es la vida un contrato,

 es un accidente fatal

le hizo perder los “cordatos”…

Pedro Ramón Navas, “Mon”

deambula con su mochila

clava un libro en su mentón

dice que su sombra lo vigila

en sus palabras “no cavila”

pero es grande de corazón…

Su trabajo es lustrar

al público los zapatos

 hace de todo un ritual,

 sus cuadros abstractos

parece que lo apartaran

¡de todo mal…!

Es un orador sin escuela

cuenta historias y relatos…

Compartir es mi Filosofía

hablo de Sócrates y de Platón

disfruto su compañía

¡y yo, soy Diógenes…!

lo grito a todo pulmón,

riquezas nunca tendré

 lo auguró la vida mía…

Continúa en su labor

y La Ilíada nos comenta

¡en su pecho…!

 suena un tambor

una gripe lo atormenta

¿Mon y esa gripe…?

 tienes que ir al Doctor…

¡Tranquilo mi amigo…!

tengo una receta prescrita

  limón y miel de enjambre

ese remedio me la quita

lo que no quita es el hambre

¿te echo una limpiaíta…?

Dale Mon ¿cuánto me quitas?

me conformo con El Quijote

Ok, pon tus manos benditas,

de propina le pongo al pote.

¡Caballero ilustre…!

lo que de su corazón le brote,

ah, Mon primero termina.

Nos fuimos los dos a comer

unas sabrosas arepas fritas.

La plaza de espaldera

una mochila de barril

la lectura fiel compañera

un poste tiene de candil

¡y antes de dormir…!

“Mon” lee y sueña

en su pequeña pradera…